El barrio de San Basilio recibe su nombre del monasterio homónimo fundado en el siglo XI, el cual ha sido transformado en residencias particulares que aún conservan gran parte de su antigua arquitectura.
A lo largo del lado oeste del edificio hay un largo pasillo monástico cubierto por bóvedas de cañón rebajadas, típicas de la arquitectura medieval amalfitana. Un poco más abajo, se encuentra una pequeña capilla, posiblemente fundada en el mismo siglo y renovada en épocas posteriores, que consiste en una sola sala cubierta con una bóveda de cañón rebajada. Encima del altar, caracterizado por un complejo de mármol policromado recientemente elaborado, enriquecido con una iconografía que representa a la Madonna del Carmine e il Bambino entre los Santos Andrés y Basilio, se alza una cúpula que en su exterior presenta una ventana redonda con una pequeña campana.
Desde el pequeño patio de la iglesia, en el lado sur de la capilla, hay una vista panorámica del centro de la ciudad y de las paredes rocosas de las montañas circundantes, sobre las que se elevan la Torre de Ziro, al este, y la Torre de Pogerola, al oeste.
