La iglesia de la Madonna Assunta, situada en el pueblo de Pastena y documentada desde 1319, consta de dos naves cubiertas por bóvedas de crucería apuntadas que descargan sobre una hilera de pilares centrales de mampostería.
A lo largo del lado izquierdo se abren varias salas: en la primera, a la que también se accede desde el atrio, se encuentra la pila bautismal de piedra; le siguen la sacristía, la capilla del S.S. Sacramento con un pequeño altar realizado en los años 60 y otro espacio donde se guarda un antiguo órgano.
Las dos naves, iluminadas por tres ventanas ojivales dobles con una columna central de mármol, terminan con otros tantos ábsides: en el de la derecha se encuentra el panel manierista de la Asunción, obra del pintor maiorí Giovannangelo d’Amato; mientras que delante del ábside de la otra nave está el altar mayor, realizado también en los años sesenta, con columnas y capiteles de mármol sobre los que descansa la mensa. Sobre el altar mayor se conserva un crucifijo medieval de madera que, según el historiador Francesco Maria Pansa, es milagroso.
La obra de arte más antigua conservada en la iglesia es una urna cineraria romana colocada en la sacristía sobre un rombo de columnas, utilizada actualmente como lavabo y que tiene una tabla con una inscripción latina encerrada entre dos columnas retorcidas con capiteles jónicos.