El monumento dedicado a Flavio Gioia, restaurado en 2022, muestra a Flavio Gioia observando una brújula. La escultura de bronce, obra del artista Alfonso Balzico, fue galardonada con una medalla de oro en la Exposición Universal de París de 1900 y no se colocó hasta más de 30 años después en la plaza frente al mar de Amalfi.
Según la tradición, Flavio Gioia habría sido un inventor y navegante nacido en Amalfi entre los siglos XIII y XIV, al que durante mucho tiempo se le atribuyó la invención de la brújula. Ahora se sabe que la figura de Flavio Gioia procede de una interpretación errónea de un manuscrito del siglo XVI. También es cierto que Amalfi desempeñó un papel fundamental en la historia de la brújula al aplicar la aguja magnética a la navegación marítima, como lo indican documentos de finales del siglo XII. Los amalfitanos fueron los primeros en aplicar un disco de papel con la «Rosa de los vientos» de ocho puntas a la aguja magnética, evocando la cruz, símbolo de Amalfi.
Una tradición local sugiere que el nombre del viento Tramontana proviene de Tramonti, un pueblo costero al norte de Amalfi.